El Jardín de San Francisco

El Jardín de San Francisco

miércoles, 19 de diciembre de 2018


En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.
Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.
Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo:
«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, “para convertir los corazones de los padres hacía los hijos”, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».
Zacarías replicó al ángel:
«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada».
Respondiendo el ángel, le dijo:
«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».
El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.
Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo:
«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mi para quitar mi oprobio ante la gente».

Palabra del Señor.
MENOS JUICIO Y MÁS SERVICIO
A veces me da la sensación de vivir en un mundo de opiniones, donde se habla mucho pero se vive poco, y me da miedo caer en lo mismo. 
Tener siempre una palabra, una interpretación, una propuesta, pero no tener nunca tiempo para hacer las cosas, para oder analizar fríamente las situaciones, describir y clasificar a las personas, interpretar los acontecimientos, pero no sumergirme en ellos y dejar que me involucren, me toquen de verdad. 
Sí, en mi mundo sobran recetas y faltan cocineros, sobran análisis y faltan manos, sobran juicios y faltan abrazos. 
Por eso, quiero gritar para romper esas dinámicas, quiero callar un poco –a pesar de que ahora sigo tirando de palabras- quiero cantar, servir y amar con sencillez. 
Y que sea lo que Dios quiera. 
 LA AMISTAD HABLA DE DIOS
 Hay cosas en nuestra vida que, de alguna forma, son reflejo de Dios. Tal vez no lo vemos tal y como es, pues siempre es mayor que lo que percibimos; pero hay algunas formas de vivir, de ser, de estar y de querer, que nos hablan de Dios… y la amistad es una de ellas. 
Me alegro de tener gente cercana, vidas que se cruzan con la mía, rutas que hemos recorrido juntos (al menos por un trecho), por senderos que a veces se separan y luego se entrecruzan de nuevo. 
Me siento afortunada porque hay nombres que forman parte de mi vida, no  como un apunte en una agenda, sino como una historia compartida. 
Vector árbol de navidad - Feliz Navidad - Feliz Navidad texto español Foto de archivo - 24029187Hoy sé que no se puede mitificar la amistad, que  a veces es sublime y a veces horrible (o ambas). Sé que no te libra de las batallas (a veces las provoca), y casi siempre se construye desde lo más cotidiano. No te libra de momentos de soledad. Pero es importante darte cuenta de quiénes son “tus gentes.”
Comienzan las vacaciones de Navidad
Esta es una felicitación hecha de buenos sentimientos, como todo buen mensaje navideño. Pero hay que ser muy sincero con lo que uno pide, con lo que uno dice, con lo que uno expresa, para no llenar los párrafos de frases hechas y tópicos navideños que pueden no significar nada. 
Estos días escucharemos tantas voces llenas de eslóganes nevados, de cantos y brindis sonoros, de palabras como paz, amor y felicidad, que quizás haya que intentar desear, de otro modo, que nazca el niño Dios en nuestras vidas.
 “Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no habían encontrado sitio en la posada” (Lc 2, 7)
Eso es. Un pesebre frío, un poco de intemperie, una noche lejos de las posadas para ser consciente de cómo se ve la vida desde la pequeñez, para descubrir que cuando tienes poco, te das cuenta de qué es lo verdaderamente importante, para poder ser libre de tanto envoltorio y tantas luces de colores. 
Pero para descubrir también esa otra solidaridad y compasión que une a las personas cuando nos sentimos vulnerables y frágiles, es necesario, tan solo pensar en esa Navidad de los débiles, de los pequeños, de los nada poderosos, y sobre todo, en esa Navidad de un niño que nació muy pobre.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

MC900436279[1]Salmo
Sal 102,1-2.3-4.8.10

R/. Bendice, alma mía, al Señor

V/. Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.

V/. Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. R/.

V/. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):

EN aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor
EL VERDADERO AMOR                                                                     
Cuando alguien te quiere de verdad es lento para perder la paciencia contigo.
Toma las circunstancias de tu vida y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento.

Está de parte tuya; quiere verte madurar y desarrollarte en el amor. 
Le duele profundamente cuando pierdes el camino, pero te orienta a seguir la senda correcta.
Sigue confiando en ti cuando a veces tú ni siquiera confías en ti mismo.

Trabaja pacientemente contigo porque te ama y corrige de tal manera que cuesta entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.

Nunca te abandona, aunque muchos de tus amigos lo hagan.
Se queda a tu lado cuando llegas al fondo de la desesperación y no te juzga, sino que te ve con total justicia, hermosura y amor.
COMPARTIR NO SÓLO EN NAVIDAD
Durante estos días nos llegarán postales y felicitaciones deseándonos paz y felicidad. Y estos deseos son muy buenos si se hacen realidad.
Cuenta en sus escritos La Madre Teresa de Calcuta esta anécdota que nos recuerda a todos que compartir no es algo que sólo debemos hacer en Navidad. 
“Una noche, un hombre vino a nuestra casa para decirme que una familia hindú con ocho hijos llevaba varios días sin probar bocado. No tenían nada que comer. 
Tomé una porción suficiente de arroz y me fui a su casa. Pude ver sus caras de hambre, a los niños con los ojos desencajados. Difícilmente hubiera podido imaginar visión más impresionante. La madre tomó el arroz de mis manos, lo dividió en dos mitades y se fue. Cuando en unos instantes después estuvo de regreso, le pregunté:
¿A dónde ha ido? ¿Qué ha hecho?
Y me contestó:
- También ellos tienen hambre. “Ellos” eran la familia de al lado: una familia musulmana con el mismo número de hijos que alimentar y que también carecían por completo de comida.
Aquella madre estaba al tanto de la situación. Tuvo el coraje y el amor de compartir su escasa porción de arroz con otros. A pesar de las condiciones en que se encontraba, creo que se sintió muy feliz de compartir con los vecinos algo de lo que yo le había llevado. 
Para no privarla de su felicidad, aquella noche no le llevé más arroz. Lo hice al día siguiente”.
¿Nosotros cómo vamos hacer realidad el mensaje de Jesús en estas Navidades?
·      Guía para soñar en tiempos difíciles
·      Ama todo lo que hagas. Haz todas las cosas con amor.
·      Escucha a tu corazón.
·      Ignora a los que digan que soñar es de ilusos.
·      Confía en tu intuición y en ti.
·      Equivócate. Es necesario para crecer.
·      Sigue tu pasión.
·      Conoce tus habilidades.
·      Cree en tus sueños y los crearás.
·      Contribuye con tus sueños a un mundo mejor.
·      Crea tu realidad.
·      Juega sin parar.
·      Arriesga para ganar.
¿Cuál vas a poner en práctica hoy?

PADRE NUESTRO…

miércoles, 5 de diciembre de 2018

En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
¿Qué hace Dios? Invitar a la alegría. En muchas culturas sentarse a la mesa es símbolo  de alegría, pues expresa el sentido de fraternidad y de fiesta; en ella uno repone fuerzas disfrutando de los alimentos y conversa de manera distendida disfrutando de la compañía. De hecho, no hay festejo que se precie que no venga acompañado de una buena comida o una buena cena: un cumpleaños, una boda, un aniversario
La lecturas de hoy nos muestra Un donde Jesús da de comer a la multitud después de sanar todo tipo de dolencias. Una multitud que, de nuevo, simboliza la diversidad de condiciones sociales y razas. Comieron todos hasta quedar satisfechos. De nuevo,todos; nadie queda excluido.
En los países del llamado “primer mundo”, celebraremos la Navidad con demasiadas comidas y cenas: comidas de empresa, de amigos, de familia… En ocasiones son celebraciones con excesivo derroche, exageradas comidas. Tan excesivas que cuando terminan las fiestas, no faltan los reclamos publicitarios de gimnasios y dietas de adelgazamiento para corregir los excesos. Ojalá nuestros excesos fuesen no de calorías, sino de alegría, de gozo, de fraternidad. Quizá de estos dones estamos más anémicos y de ellos nos quiere saciar Dios. Este es su banquete, esta es su invitación.  Pero para que este gozo sea pleno, al menos tienen que estar todos invitados. Una mesa donde falten hermanos, nunca disfrutará de una alegría auténtica. ¿Quizá por ello nos cuesta ser felices de verdad? ¿A quién podría invitar a mi mesa?
Comenzamos un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento, tiempo de preparación y espera. Encender, semana tras semana, los cuatro cirios de esta corona debe ser un reflejo de nuestra gradual preparación para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que ha venido a disipar las tinieblas. El color verde de la corona simboliza la vida y la esperanza que Él nos ha venido a traer.
 Este es su significado.
corona de adviento velas moradas rosada con pesebre en medio nacimientoEL CÍRCULO. El círculo es una figura geométrica que no tiene principio ni fin. La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, es eterno. También nos ayuda a tomar conciencia de que de Dios venimos y a Él vamos a regresar.
EL VERDE DE LAS HOJAS. La corona se hace con hojas verdes (ramas de pino o de cualquier árbol) y esto representa que Cristo está vivo entre nosotros (el verde es vida),
LAS VELAS. Son 4 y representan cada uno de los domingos de Adviento. La luz de las velas simboliza la luz de Cristo que buscamos desde siempre porque nos permite ver el mundo y nuestro interior. Cada domingo se enciende una vela. El hecho de ir encendiéndolas poco a poco nos recuerda cómo conforme se acerca la luz, la oscuridad se va disipando. Jesús es la luz del mundo.
Historia de las cuatro velas.
Cuatro velas ardían en una corona de Adviento.
El ambiente era tan silencioso que se pudo escuchar, como empezaron a hablarse.
La primera gimió y dijo: “Me llamo Paz. Mi luz ilumina, pero los hombres no guardan la paz“
Y su luz se hizo más y más débil, hasta apagarse totalmente…

La segunda flameó y dijo: “Me llamo Fe, pero estoy de sobra. Los hombres no quieren saber nada de Dios. No tiene sentido estar ardiendo más.”
Una brisa sopló por el cuarto, y la segunda vela se extinguió…
En voz baja y triste ahora la tercera vela dijo: “Yo soy el Amor. Ya no tengo fuerzas para iluminar. Los hombres me ponen a un lado. Están mirándose solo a sí mismos, y olvidan a los que deberían querer.”
Y con una última chispa se acabó también esa luz…
En ese instante entró un niño en el cuarto, miró las velas y dijo: ¡Pero ustedes deben dar luz, y no aumentar las tinieblas!“
Y casi se echó a llorar…
Entonces se escuchó también a la cuarta vela diciendo: “¡No tengas miedo! Mientras yo estoy ardiendo, podemos encender de nuevo a las demás candelas. Soy la Esperanza!”
Con una cerilla el niño tomó la luz de esta última vela y la pasó a las demás.
La llama de la Esperanza nunca debe apagarse en tu vida…
...y cada un@ de nosotros sepamos ser la herramienta que ese niño necesita para mantener la paz, la fe, el amor y la esperanza.
Te deseo un feliz Adviento lleno de... PAZ                          

miércoles, 28 de noviembre de 2018

del santo evangelio según san Lucas (21,12-19):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, parientes, hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Palabra del Señor
 RAIMUNDO LULIO 
Raimundo-Lulio    Ayer celebramos en nuestro centro el día del beato Raimundo Lulio. 
Conozcamos detalles sobre su vida:
Nació el 25 de enero de 1232 en Palma de Mallorca.
Criado en una familia barcelonesa establecida en la isla a raíz de su conquista por Jaime I (1229).

Se casó y fue padre de dos hijos. Dejó su familia y sus bienes para peregrinar a Santa María de Rocamadour, cerca de Tolosa, y a Santiago de Compostela.
Se dedicó a la vida contemplativa en una cueva del monte.
En el año 1274 termina “Libre de contemplació” (Libro de contemplación) y “Art abreujada d'atrobar veritat” (Arte abreviado de encontrar verdad), obras representativas de su pensamiento filosófico.

Escribió un relato autobiográfico, Vida coetània (Vida coetánea), dictado a sus discípulos de la Cartuja de Vauvert (París) en 1311.

Jaime II de Mallorca  le concedió los medios económicos para la fundación de un colegio de misioneros en Miramar (Mallorca).
En 1288 recibió el título de doctor (magister) en la Universidad de París.

Su celo apostólico le hizo concebir la creación de nuevos centros de formación de misioneros. Con éxito muy escaso, sometió insistentemente estos planes a reyes y papas. 
En 1311 vio cómo el Concilio de Viena del Delfinado recogía una parte de sus propuestas.
Realizó labor misionera en expediciones por la costa sur del Mediterráneo. La última de ellas (1314-1316) le llevó a Túnez.

Ramón Llull murió el 29 de junio de 1315 en Mallorca.

En su capital, en la iglesia del convento de San Francisco, de cuya orden suele admitirse que fue terciario, reposan sus restos. 
La Iglesia romana le concedió el título de beato. 
El amor verdadero no se pesa
«Dad y os darán: recibiréis una medida generosa, apretada, remecida y rebosante» (Lc 7, 38) 
Decía Calderón de la Barca: «Que cuando amor no es locura no es amor». Y es que dar paso a la lógica divina del amor es una locura para cualquiera. Cuando leemos el evangelio con el corazón nos damos cuenta de que el amor de Dios no es cicatero, no se puede calcular, ni se mide, ni se pesa. 
La medida de la generosidad de Dios es tan desconcertante, abundante y tan difícil de imaginar como las estrellas del universo; tan difícil de medir como los granos de arena de una playa; tan sin fin como las gotas de un inmenso océano. Así, en el evangelio, el padre misericordioso no calculó el amor con el hijo pródigo, lo derrochó. Y aquel que contrató a los jornaleros de la última hora y les dio el mismo salario que al resto, no reservó su extrema generosidad. 
Cuando somos capaces de liberarnos de las cadenas de una deuda y abandonamos nuestros precisos cálculos, permitimos que en nuestra vida entre un Amor que solo puede crecer; “Siempre es más y no sabe de números” tiende a infinito y brota a borbotones. 
¿Te sueles ver midiendo y pesando tu amor, tu generosidad, tu bondad con los demás?

Los sueños que sanan
«Después derramaré mi espíritu sobre todos: vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones» (Joel 3, 1)
Hay que tener alma de soñador. Hay que imaginar mundos mejores, para después imaginar la forma de construirlos. Hay que intuir novedad, mejorar, para así tener una humanidad más plena. 
De noche uno imagina, sueña despierto, en esa última hora antes de quedar dormido, todo parece más fácil, posible, cierto y aunque luego, con la luz del día, los contornos se vuelven más reales y las metas más difíciles, ¿por qué no mantener encendida la llama de la esperanza? ¿Por qué limitarse a arrastrar los días cuando podemos elevarnos y mirar desde una altura hecha de evangelio, de bienaventuranza y de la bondad humana?
¿Cuáles son tus sueños en este momento de la vida?

miércoles, 14 de noviembre de 2018

 Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.»
Al verlos, les dijo: «ld a presentaros a los sacerdotes.»
Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?»
Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado.»
SANTA ISABEL DE HUNGRÍA
Isabel de hungria.jpgSanta Isabel de Hungría Santa Isabel de Hungría era hija del rey Andrés II el Hierosolimitano (1175–1235) y su esposa Gertrudis de Andechs-Merania (asesinada en 1213). Isabel se quedó viuda siendo aún joven, dedicó su riqueza a los pobres, construyó hospitales y allí atendió personalmente a los necesitados. A partir de su canonización en 1236 se convirtió en un símbolo de caridad cristiana para toda Europa, extendiéndose su culto muy rápidamente y profundamente desde los territorios germánicos, polacos, húngaros, checos, hasta los italianos, ibéricos y franceses.
TOMA (Mahatma Gandhi)
Toma una sonrisa 
y regálasela a quien 
nunca la ha tenido.
Toma un rayo de sol
y hazlo volar hasta allí 
donde reina la noche.
Descubre una fuente 
y haz que se bañe en ella 
quien vive en el fango.
Toma una lágrima 
y ponla en el rostro 
de quien nunca ha llorado.
Toma el valor 
y ponlo en el ánimo 
de quien no sabe luchar.
Descubre la vida 
y cuéntasela a quien 
no sabe captarla.
Toma la esperanza 
y vive 
en su luz.
Toma la bondad 
y dásela a quien 
no sabe dar. 
Descubre el amor 
y dáselo a conocer al mundo.

SOBRE TODO GRACIAS
"Demos gracias a los hombres y a las mujeres que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer a nuestros espíritus."
Porque es eterno su amor
Dad gracias al Señor, porque es bueno:
porque es eterno su amor.
Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterno su amor
Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterno su amor.

Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterno su amor.
El hizo sabiamente los cielos:
porque es eterno su amor.
El afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterno su amor.
El hizo lumbreras gigantes:
porque es eterno su amor.
El sol que gobierna el día:
porque es eterno su amor.
La luna que gobierna la noche:
porque es eterno su amor.

Dios perdonó mi debilidad:
porque es eterno su amor.
Y me liberó de la oscuridad:
porque es eterno su amor.
Con mano poderosa, con brazo fuerte:
porque es eterno su amor.
Dios me ofrece su gracia:
porque es eterno su amor.
Dios creó en mí una nueva esperanza:
porque es eterno su amor.
Y me llamó a una nueva vida:
porque es eterno su amor.
En nuestra humillación se acordó de nosotros:
porque es eterno su amor.
Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterno su amor.
El da alimento a todo viviente:
porque es eterno su amor.

martes, 6 de noviembre de 2018

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, sí quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar." ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»
Virgin de la Almudena - Catedral de la Almudena.JPGAJesús nadie le puede acusar de no hablar claro. Promete la salvación, la vida eterna, la santidad, la alegría, pero a cambio de aceptar la propia cruz. Esa cruz que es tan fácil de dejar, pero tan difícil de asumir. A nuestro alrededor, mucha gente vive como ellos quieren. No desean ni siquiera oír hablar de cruces. Se ve que les falta el encuentro personal con Cristo.
Porque para dejar todo y seguir a Jesús, es necesario primero haber tenido un encuentro personal con Él. Cuando el Maestro nos ha mirado, nos ha tendido la mano y nos ha dicho ven y sígueme, no es tan difícil dejar nuestras seguridades. Después hay que ser fieles, y para eso necesitamos conocer de qué medios disponemos, y hasta dónde podemos llegar con nuestras fuerzas.
Un año más se acerca la celebración de la virgen de la Almudena, esta vez bajo el lema “María, muéstranos a Jesús”, muéstranos a Jesús para que de esta forma no nos sea tan difícil dejar nuestras seguridades. Un año más cientos de jóvenes, incluidos nuestros chicos de confirmación se reunirán el jueves  por la noche en un momento de oración compartida. 
Carlos Osoro (Arzobispo de Madrid) nos convoca con las siguientes palabras: “La Virgen de la Almudena nos pide una vez más que rompamos murallas, construyamos puentes, eliminemos distancias, vivamos la fraternidad evangélica, que nos hace descubrir en cada hombre un hermano, y tender nuestra mano y nuestro corazón a todo aquel que nos necesite, sin importar como sea o de donde venga.
María nos muestra y nos da a Jesús para que con Él no dudemos de que podemos hacer de nuestro mundo un lugar de encuentro y de fraternidad.”
En ese encuentro con Jesús, debemos escucharle y preguntarle: Señor, ¿qué tengo que hacer?”
Posiblemente el Señor nos podría responder algo parecido a esto:
Hijo mío
que estás en la Tierra,
preocupado, solitario, desorientado.
Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo
pronuncio santificándolo porque te amo.
No. No estás solo, sino habitado por mí,
y juntos construiremos este Reino,
del que tu vas a ser heredero.
Me gusta que hagas mi voluntad, porque
mi voluntad es que tú seas feliz.

Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan
para hoy. No te preocupes.
Sólo te pido que sepas compartirlo con
tus hermanos.
Sabes que te perdono de todas tus
ofensas, antes incluso que las cometas,
porque te pido que hagas
lo mismo con los que a ti te ofenden.
Para que nunca caigas en la tentación
tómate fuerte de mi mano
y yo te libraré del mal.
Te quiere desde siempre
Tu Padre

El Señor ha puesto su mirada sobre nosotros;
ha puesto su confianza y su esperanza.
El Señor Dios ha hablado y cuenta con nosotros.
Jesús,
cuenta con nosotros para devolver la luz donde hay oscuridad.
Cuenta con nosotros
para construir entre todos
la civilización del amor
allí donde hay egoísmo, tristeza y angustia.

Cuenta con nosotros
para luchar por la paz en medio de un mundo
donde muchas veces la solución
se encuentra recurriendo al uso de la fuerza.

Jesús, cuenta con nosotros.
Cuenta con nosotros
 para que su Palabra llegue al último rincón de la tierra.
Cuenta con nosotros
para sembrar la semilla de tu evangelio;
semilla que produce frutos de fraternidad y amor.

Queremos ser luz que ilumine
y muestre el verdadero rostro de Dios, el Dios Amor.
Cuenta con nosotros, Señor. Amén.


miércoles, 31 de octubre de 2018


Francisco recitaba esta oración ya en 1205-1206, durante su período de discernimiento vocacional, cuando frecuentaba la pequeña iglesia de San Damián donde se encontraba el Crucifijo bizantino que aún hoy puede verse en la Basílica de Santa Clara.
¡Oh alto y glorioso Dios!
ilumina las tinieblas de mi corazón.                                        
y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.
Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS
En estas fechas cercanas a noviembre, las televisiones hacen reportajes sobre las diferentes tradiciones que hay en torno a los difuntos.
Lo típico, llevar flores a los cementerios, crisantemos a ser posible, limpiar y decorar los panteones de la familia, etc.  Normalmente la noticia termina diciendo la cantidad de dinero que se gasta en flores y la cantidad de gente que acude estos días a los cementerios.
En realidad, quizás olvidemos los motivos de estos ritos y símbolos que la tradición ha conservado.
Los cristianos, desde tiempo inmemorial, recuerdan el día 1 de noviembre a todas las personas que durante su vida han sido un ejemplo, un testimonio para los demás.; personas que incluso han llegado a perder su vida por ser fieles a su fe, a éstos se les llama mártires.
Personas, algunas de las cuales han sido tan profundamente humanas y generosas que son para todos un modelo de vida., a éstos se les llama santos cuyos nombres recordamos cada día del año.Y también personas que sin hacer nada extraordinario han pasado por la vida haciendo el bien, como lo hizo también Jesús.
 Éstos son Todos los Santos.
Por eso siguiendo la tradición, el primer día de noviembre la humanidad entera se alegra y celebra una fiesta,  porque ha habido tantas y tantas personas que han hecho realidad los sueños de Dios de un mundo más justo, más fraterno y más humano; y  al mismo tiempo se  pide en oración que siga habiendo entre nosotros gente de esta categoría.
San Ignacio pensaba que era muy fácil ser santo. De hecho, no hace falta tener muchos títulos o mucho dinero para hacer bien a los demás.  Incluso decía que la santidad consistía en…. estar siempre alegres. ¿Te animas a ser santo?

DÍA DE LOS DIFUNTOS
El próximo viernes día 2 de noviembre celebraremos la fiesta de todos los difuntos. Desde tiempos antiguos la persona humana ha sentido un respeto hondo y profundo por el misterio de la muerte. Ella ha inspirado muchos ritos y símbolos que son una reflexión acerca de la vida después de la muerte.
               Multitud de tumbas prehistóricas encontradas poseen un agujero, que casi no se nota, en su parte superior. Lo hacían así para facilitar la salida del espíritu del difunto hacia las regiones del cielo.
              
Las culturas amerindias han enterrado a las personas en tinajas de barro, colocando al muerto en la posición que tienen los niños en el seno de su madre antes de nacer. Lo hacían así porque estaban convencidos de que la muerte es el camino para un nuevo nacimiento.
Las pirámides son tan sólo las tumbas de algunos faraones. Están en punta apuntando hacia el cielo. Y allí eran enterrados los reyes egipcios, provistos de todos sus objetos personales: joyas, sillas, platos, vasos... con la firme creencia de que los iban a utilizar en la nueva vida que iniciarían en breve. Incluso se les daba un libro titulado “El libro de los muertos”, que era una especie de guía para que supieran comportarse de forma adecuada en el más allá. Otras culturas africanas entierran a sus muertos mirando hacia el este, por donde sale el sol, porque creen que la muerte es como una noche pasajera tras la que hay un nuevo amanecer; así como el sol muere y renace cada día, así también ocurrirá con aquella persona.
 Nuestros cementerios cristianos tienen un árbol característico: el ciprés, alargado e indicando hacia lo alto. El ciprés es un símbolo muy familiar por todo el Mediterráneo que indica el camino que van a seguir quienes son enterrados.        
Desde siempre el ser humano ha pensado que la muerte no puede ser el final, que deben existir nuevos horizontes para la persona. Por eso, el día de los difuntos es un día de esperanza: Jesús de Nazaret ha vencido a la muerte y todos nuestros seres queridos que ya han muerto también lo han hecho.
No dejemos pasar estos días sin tener un recuerdo y oración por nuestros difuntos.

LA FÁBULA DEL LÁPIZ
El niño miraba a la abuela escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:
-“Abuela, ¿estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?”
La abuela dejó de escribir, sonrió y le comentó al nieto:
-“Estoy escribiendo sobre ti, es verdad. Ahora bien, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueras como él, cuando crezcas”.
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial y dijo
 -“¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!”
-“Todo depende de cómo mires las cosas”. Dijo la abuela.
Hay cinco cualidades en él que, si consigues conservarlas, te harán siempre una persona en paz con el mundo.
PRIMERA CUALIDAD Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esa mano la llamamos Dios y Él debe conducirte siempre en la dirección de su voluntad.
SEGUNDA CUALIDAD De vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Con eso, el lápiz sufre un poco, pero al final está más afilado. Por tanto, has de saber soportar algunos dolores porque te harán ser una persona mejor.
TERCERA CUALIDAD El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar los errores. Debes entender que corregir una cosa que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para man­tenernos en el camino de la justicia.
CUARTA CUALIDAD Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro. Por tanto, cuida siempre lo que ocurre dentro de ti.
Por último, la QUINTA CUALIDAD del lápiz: Siempre deja una marca. Del mismo modo, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará huellas, así que, procura ser cons­ciente de todas tus acciones.


Padre Nuestro…